Historiador, filólogo, medievalista, folclorista, todo él

Casa Fundación Menéndez Pidal

Esta no es sólo una visita para entendidos historiadores o filólogos. La ruta por la casa y fundación de Menéndez Pidal está orientada a todos aquellos interesados en conocer la vida y obra de un ilustre español que, junto con su mujer y sus hijos, rescataron y redescubrieron las raíces de la voz popular de España.

Historiador, filólogo y medievalista, Menéndez Pidal fue el creador de obras insignes y de una importancia vital para la filología española como son sus Crónicas generales de España: Catálogo de la Real Biblioteca; su Antología de prosistas castellanos, el Manual elemental de Gramática histórica española o la Primera Crónica general de España que mando componer Alfonso el Sabio y se continuaba bajo Sancho IV en 1289. Además, elaboró numerosas composiciones centradas en el Cantar del Mio Cid.

Don Ramón se nutrió de obras de todo tiempo, género y procedencia, las cuales engalanan hoy la mayoría de las estancias de su casa, convertida ya en una auténtica biblioteca y archivo de valor incalculable. En nuestra ruta y perdiéndonos entre esos ambientes decimonónicos encontraremos salas con primeras ediciones de obras maestras, manuscritos creados entre los siglos XVI-XVII, una colección completa de los títulos editados por Austral o composiciones traducidas a 20 idiomas, entre ellos chino o ruso. El olor a antiguo nos guiará hasta una grandiosa hemeroteca con cabeceras nacionales e internacionales a las que el medievalista estaba suscrito.

Sus creaciones e ingenios no se limitan simplemente al terreno intelectual y literario. Ya, desde el mismo momento en el que cruzamos el umbral de su casa, ubicado en el que fue el Olivar de Chamartín, descubrimos las curiosidades del terreno y de la construcción, que fue diseñada por el mismo Menéndez Pidal a mano alzada.

Fue miembro de la Real Academia Española y uno de los más prolíficos folcloristas que ha dado España. Tanto es así, que su estudio del romancero español es considerado por muchos, como la joya de la corona de su creación. A Don Ramón debemos en buena medida el conocer la voz popular de las distintas regiones de nuestro país, expresada en cantares tradicionales y que ha sido legada de generación en generación hasta poderla sentir en nuestros días.

Junto con su esposa, María Goyri, quien fue la primera mujer de España en cursar estudios universitarios, impulsaron el redescubrimiento de los diferentes romanceros españoles. Esta empresa comenzó cuando por su luna de miel, la pareja recorrió el Camino del Cid, topándose a su paso con testimonios vivientes de una riqueza nacional y cultural inexplorada por aquel entonces.

Quedará tiempo para las curiosidades y misceláneas, como por ejemplo, los ingenios que guarda el despacho pidalino o el epistolario de la fundación que recoge correspondencia entre Don Ramón y Dámaso Alonso, el Duque de Alba o Leopoldo Alas, Clarín. Hasta pintaremos la escena con toques al más puro estilo hollywoodiense mostrando fotos de nuestro protagonista y el apuesto Cid, Charlton Heston.

Madrid a 1 Paso